miércoles, 6 de agosto de 2008

De presencia a ausencia



Las cosas tiene un misterio, encierran algo... siempre queremos ir descubriendo, buscando, observando y sintiendo, pues tienen un signo evocador que trae una presencia.... presencia... demasiadas cosas son las que tienen el nombre de presencia y sin cosificar, las personas también son parte de las presencias que sin embrago, muchas veces pasan a ser una habituación y podría decirse un “están” siempre, sabemos que llegarán, las veremos o simplemente divisaremos o saludaremos... pero ocurre algo diferente con las ausencias, son más evidentes, se sienten con mayor fuerza, porque es ahí cuando recién nos damos cuenta que eran mucho más que una presencia y lo que significaban para nosotros... Pablo Neruda en uno se sus poemas dice “me gusta cuando callas porque estas como ausente”... pareciera ser que desde esa ausencia florecían muchos de su poemas... Hay silencios clamorosos en la poesía de la ausencia, plenos de significado, que definen la soledumbre y la infinitud de los ámbitos del extrañar. Hay palabras... muchas, que conducen a este silencio que también existe y al que me refiero, para callarse definitivamente ante la magnitud de la ausencia... es desde ahí - las ausencias- que vamos descubriendo la inmensidad de cualidades, detalles, y características que tenían esas presencias, un escritor decía: “cuando tenemos los grandes tesoros delante de nosotros, nunca los reconocemos”, pareciera ser cierto, es la fuerza de la costumbre y la habituación que hace nos olvidemos de valorar, sentir, apreciar, querer y mirar bien a quien estaba a lado nuestro por días, meses o años sin quizás darnos cuenta... he ahí el sabido y muyyy clisé “nunca se sabe lo que se tiene hasta que se lo pierde...” La tarea es aprender a valorar las presencias antes de la llegada de las ausencias – yo por mi parte aprendí - ... se han dado cuanta que los elogios y reconocimientos a las personas que han sido importantes a través de la historia las mayoría de las veces se les da cuando no están e incluso ya partieron... creo que las cosas tienen mayor valor cuando se las comunica o dan en el diario vivir, en definitiva en vida, en las presencias y no en las ausencias y lejanías...

Y como dije desde las ausencia afloran las palabras he aquí dos poemas que hablan de ausencia el primero de Jorge Luís Borges y el segundo de Gabriela
Mistral, ¿Por qué no habrá alguno que hable de la presencia?...

Ausencia

Habré de levantar la vasta vida que aún ahora es tu espejo:

cada mañana habré de reconstruirla.

Desde que te alejaste,

cuántos lugares se han tornado vanos

y sin sentido, iguales

a luces en el día.

Tardes que fueron nicho de tu imagen,

músicas en que siempre me aguardabas,

palabras de aquel tiempo,

yo tendré que quebrarlas con mis manos.

¿En qué hondonada esconderé mi alma

para que no vea tu ausencia

que como un sol terrible, sin ocaso,

brilla definitiva y despiadada?

Tu ausencia me rodea

como la cuerda a la garganta,

el mar al que se hunde.

Jorge Luís Borges



AUSENCIA


Se va de ti mi cuerpo gota a gota.

Se va mi cara en un óleo sordo;

se van mis manos en azogue suelto;

se van mis pies en dos tiempos de polvo.


¡Se te va todo, se nos va todo!


Se va mi voz, que te hacía campana

cerrada a cuanto no somos nosotros.

Se van mis gestos que se devanaban,

en lanzaderas, debajo tus ojos.

Y se te va la mirada que entrega,

cuando te mira, el enebro y el olmo.


Me voy de ti con tus mismos alientos:

como humedad de tu cuerpo evaporo.

Me voy de ti con vigilia y con sueño,

y en tu recuerdo más fiel ya me borro.

Y en tu memoria me vuelvo como esos

que no nacieron ni en llanos ni en sotos.


Sangre sería y me fuese en las palmas

de tu labor, y en tu boca de mosto.

Tu entraña fuese, y sería quemada

en marchas tuyas que nunca más oigo,

¡y en tu pasión que retumba en la noche

como demencia de mares solos!


¡Se nos va todo, se nos va todo!


Gabriela Mistral.
Este escrito fue realizado el 24 de enero de 2008...