domingo, 19 de agosto de 2007

Las narrativas



La palabra "narrativa" hace referencia al énfasis en las historias de las vidas de las personas y en las diferencias que se pueden lograr a través de las formas particulares de contar y volver a crear dichas historias (White, 1993). Además se menciona que las narrativas son “historias de afectos que afectan” (Ramos, 2001), ya que es una forma de comunicar cómo los afectos, las emociones nos afectan. Geertz (1973) en Ramos (2001) mencionaba que los sentimientos para hacerse públicos tienen que acceder a la significación y la narración es una forma efectiva de alcanzarlo.



El uso de las narrativas o también llamados relatos son importantes para el lenguaje, Gergen (1994) dice: “un relato acerca de relatos, y más en particular, acerca de los relatos del yo. La mayoría de nosotros iniciamos nuestros encuentros con los relatos de las infancia, a través de los cuentos de hadas, los cuentos populares y los relatos de familia recibimos las primeras exposiciones organizadas de la acción humana (...) En cada caso, utilizamos la forma de relato para identificarnos con otros y nosotros mismo” (p.231.)



La modalidad narrativa de pensamiento se podría decir que es menos conocida, sin embargo, es la modalidad más antigua del pensamiento humano. Reside en contar historias a otras personas y a nosotros mismos; los sujetos están sumergidos, sumergiéndose y sumergiendo en ello, es decir, las personas están en los relatos de otros, se implican en ellos e implican a otros en los propios (Ramos, 2001). Al narrar aquellas historias las personas van construyendo los significados en que sus experiencias adquieren sentido.
De este modo el significado surge en la narración, actividad constante en la vida cotidiana que acompaña a los seres humanos desde sus primeros meses de vida. Cuando los miembros de una familia, los profesores, los vecinos, entre otros, piensan que una persona tiene una cierta característica o un problema determinado (comportamiento inapropiado, violento, agresivo, entro otros), están ejerciendo un poder sobre él al representar este conocimiento respecto a esa persona.



Las personas narran historias en su diálogo interior y en las comunicaciones sociales sobre sí mismas y sobre los demás, las cuales se presentan de múltiples formas por lo cual a modo de ejemplo la “agresividad” será definida de diferente forma desde la significación que se haga sobre aquel comportamiento. El sufrimiento aumenta cuando el “problema” implica algo negativo sobre un niño o sobre la identidad de la familia, a la que se puede describir como inadecuada.
La modalidad de abstracción que produce el modo de conocimiento narrativo se relaciona con el interés por lo particular. Se ocupa de las intenciones de las acciones humanas en su acontecer histórico. La historia suele surgir de aquello que es particular, de lo inesperado, extraordinario y sorprendente. Cosas que no deberían pasar y pasan, que se alejan de lo establecido. Este pensamiento narrativo no sigue una lógica lineal y de razonamiento verbal o matemático. Se fundamenta en imágenes, es analógico; funciona por la analogía de las semejanzas. Las imágenes se combinan y juntan en la trama narrativa por la semejanza de sus contenidos y por las similitudes de las tonalidades emotivas que despiertan ( Epston & White, 1993 ).
Para finalizar mencionare a Paul Austen, en su libro “Brooklyn Follies” expresa que las personas extraordinarias logran conectarse con las emociones de los niños, esto gracias a su privilegiada sensibilidad (Milicic, 2006).


Los cuentos infantiles están llenos de magia y sensibilidad creo a mi parecer será útil mostrar un poquito de uno de ellos, que es de un autor bastante conocido; y personalmente puede que me lleve hacerlo no por sentirme “extraordinaria” como refiere Austen, sino porque tuve el privilegio de entrar en varios mundos e historias de niños mientras realice mi práctica en el área de salud mental.

Al cuento de narrativa infantil al que me referiré es el que mostró Neva Milicic en septiembre pasado y se llama “la historia de la muñeca de Franz Kafka”.
Comiencen por trata de imaginar la ciudad de Berlin en 1923, cuando existía gran escasez de alimentos y graves disturbios políticos. Franz esta muy enfermo, un día decide salir de paseo a un parque donde se encuentra con una niña que estaba llorando por haber perdido su muñeca.
Kafka piensa en cómo poder ayudar y consolar a la pequeña, él siendo un excelente escritor, decide inventarle un cuento y le dice que su muñeca se fue de viaje, a lo que la niña pregunta, cómo lo sabe si ella no lo conoce ni tampoco conoció a su muñeca a lo que Kafka responde: “... lo que pasa es yo recibí una carta de tú muñeca”. Al día siguiente le escribe una carta de parte de la muñeca quien le dice que se fue de viaje, no porque no la quisiera sino porque necesitaba tomar aire y conocer otras personas.
Franz durante tres semanas escribió diariamente cartas a la niña en nombre de la muñeca y cuando finalmente, la niña esta más tranquila, con menos pena por la partida de su querida muñeca y compañera de juego, escribe una última carta donde le cuenta que se casara y se quedará a vivir en el campo.
Franz Kafka no era psicólogo ni sabia de las narrativas, que como anteriormente expresé son “historias de afectos que nos afectan”, es decir, las creamos y co-creamos para enfrentar dificultades como ocurrió en el cuento. Kafka sin embargo, tenia sensibilidad para “conectarse” con los sentimientos de una niña que no era su hija, pero que sin embargo trato de mitigar el sufrimiento que sentía. Se tomo el tiempo a pesar de estar enfermo y quedándole poco tiempo de vida, decide “escuchar” a la niña y escribe una historia, con mucho cuidado y sensibilidad frente a lo que le ocurría a esa pequeña niña.
Con esto quiero decirles lo importante que es tratar de entra en el mundo de los niños, siendo adultos y no adultos viendo a los niños. Que importante es poder escucharlos desde sus palabras y emociones.



¿ Han tratado de ponerse a su altura y ver cómo ellos ven el mundo?...




... Es tan simple como agacharse a jugar con ellos, o cuando nos hablan mirarlos frente a frente y no desde nuestro mundo adulto varios metros hacia arriba donde los niños necesariamente deben inclinar su cabeza para podernos ver, no logrando ver nuestra cara completa y hacia los ojos dando así una sensación de lejanía a la comprensión de su mundo, de sus emociones y la vida...



Nunca pierdan su alma de niños ...